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Cómo calcular el agua de riego en el pistachero

javier martinez azud pistachopro

Tengo una plantación de regadío de 5 ha. en marco 7×7 de 7 años, con goteros de 4litros/hora. Los riego unas 15 horas cada 10 días, ¿cuál es su opinión?

Salvador Gómez

Responde:

Javier Martínez López, director de Red de Azud, ingeniero agrónomo, consultor Agronegocio

El pistacho tiene la “fama” de necesitar poca agua, pero si falta le repercute en varios puntos importantes a considerar: cuando entra en producción, en el rendimiento, en la vecería, en los calibres y en el porcentaje de abiertos.

Por ello es importante saber realmente cuánta agua necesita, y si no disponemos de ella como nos ocurre a muchos productores, saber cuándo aplicarla.

Las necesidades del cultivo las calculamos de la evapotranspiración de referencia (ETo) y del estado fenológico en el que se encuentre el cultivo (Kc), de forma que obtenemos la evapotranspiración del cultivo (ETc). Si además sabemos de qué humedad partimos de suelo, por balance, sabemos lo que debemos aportar.

Estos datos los podemos obtener de varias páginas públicas como la red SIAR de asesoramiento, o de estaciones meteorológicas propias que nos proporcionan diariamente el agua a aportar.

De forma que, si sabemos la dosis de riego (mm/h) que aplica nuestro sistema, sabemos la cantidad de horas a regar de forma diaria.

Separación de goteros en el riego del pistacho

Pero, ¿cómo aplico esta dosis, que caudal y separación de goteros uso? La respuesta nos viene del diseño agronómico donde, en función del tipo de textura de suelo, buscaremos conseguir una franja continua de humedad para que los bulbos de humedad solapen por lo menos un 15% y tengamos por lo menos un 33% de suelo mojado, calculando así el número mínimo de emisores por planta y separación máxima de los mismos.

En texturas arcillosas los diámetros de bulbos húmedos son más anchos y los goteros van más separados que en texturas arenosas, con menor capacidad de retención y bulbos más verticales, donde colocaremos goteros más cercanos. En terrenos arenosos iremos a caudales más bajos (1 – 1,6 – 2l/h) para que el bulbo no sea tan vertical, en suelos francos y arcillosos iremos a caudales más altos de 2,3 – 3 – 3,5l/h.

Una vez sabemos cuánto necesita y las horas en las que aplicamos viene el cómo lo hacemos. La respuesta es sencilla, porque es pensar en no dar riegos tan largos como para que el agua (y los nutrientes en caso de fertiirrigación) se marchen fuera del perfil donde trabajan nuestras plantas.

Para ello, las sondas de humedad juegan un papel crucial ya que nos facilitan el manejo, nos indican la humedad del suelo a diferentes profundidades y hasta dónde llega esta humedad cuando regamos, de forma que sabremos de una forma más acertada la frecuencia y la duración de nuestros riegos, siendo así mucho más eficientes.

La tecnología es nuestra gran aliada para mejorar en la eficiencia del uso del agua, sobre todo en mejorar la rentabilidad del cultivo, ya que el riego es clave en multitud de aspectos que afectan directamente a variables económicas del pistacho.

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