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Cómo cultivar pistachos con éxito en la provincia del Pirineo aragonés

El joven agricultor José Ignacio Duerto, impulsor de la procesadora de pistachos más al norte de España, (en Laluenga, Huesca), atiende a PistachoPRO y nos ofrece todas las claves

Hace cinco años, José Ignacio Duerto decidió apostar por su primera plantación de pistachos. Un cultivo alternativo y nuevo en Aragón que le permitía esquivar las heladas tardías que afectan a otros leñosos como el almendro. Pero pronto surgió el primer problema. “En 24 o 48 horas el pistacho tiene que estar pelado y secado porque si no se mancha la cáscara y se devalúa su precio”, explica Duerto.

Sin embargo, en Aragón solo había un centro de procesado ubicado en la provincia de Teruel y el resto de los más cercanos se encontraban en Castilla La Mancha. Y es así como José Ignacio Duerto decidió emprender y crear en su pueblo “Pistachos del Norte”, el primer centro de procesado que existe en la provincia y en estos momentos el situado más al norte en la Península Ibérica.

José Ignacio Duerto terminó el grado de Ingeniería Técnica Agrícola en 2016 y desde entonces ha trabajado como asesor de leñosos. Una experiencia que le ha permitido conocer plantaciones de pistachos fuera de Aragón con gran trayectoria. “Veía fincas en secano que funcionaban bien y decidí hacer una prueba en la explotación familiar con regadío”, apunta. “Es un cultivo complicado que exige un manejo adecuado, pero si lo haces bien puedes obtener buenas producciones”, añade Duerto. Actualmente trabaja con las variedades Kerman y Sirora plantadas con un marco de 6,5 x 5,5 metros en una finca de 10 hectáreas.

“Desde fuera puede parecer una locura plantar pistacheros casi en los Pirineos pero la comarca en la que está mi pueblo tiene dos aspectos claves para el correcto desarrollo de este cultivo: el cierzo, que favorece extraordinariamente la polinización y el micro-clima del desierto de los Monegros, a escasos 25 kilómetros”, subraya José Ignacio. Además, afirma que se siente orgulloso de haber creado un puesto de trabajo fijo en un pueblo de 150 habitantes.

Unas instalaciones que tienen capacidad para secar de forma diaria 12.000 kilos de pistacho verde sin cáscara y que han entrado en funcionamiento en esta campaña de 2023. “Estreno la maquinaria con mi propia producción de pistacho”, señala con orgullo Duerto. No obstante, este centro de procesado nace con vocación de servicio. “Cualquier agricultor puede traer su cosecha”, apunta Duerto quien explica que ofrece la posibilidad de procesar el pistacho, pero también de comercializar su producción.

En Aragón existen 450 hectáreas de pistacho. Un cultivo emergente que permite esquivar las heladas tardías de primavera y que necesita menos agua e insumos.

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